Historia Bomberos Quito
Caballeros del Fuego

19 de julio de 1921
La presencia de reverberos a gasolina y velas, la construcción de casas mixtas de la época colonial y la utilización de lámparas eran las causas de los grandes incendios en Quito a comienzos del siglo XX, por lo que se hizo necesario crear un grupo de hombres que salvaran del fuego vidas y bienes.
El 19 de julio de 1921 se creó el Cuerpo de Bomberos Quito. El señor Manuel Mena fue elegido para organizar la institución. Los ejercicios bomberiles se realizaban en las plazas de Santo Domingo, San Francisco y calles adyacentes a los cuarteles; las alarmas las daban por medio de petardos y según el número de ellos se conocía el lugar y compañía que debía concurrir.
23 de enero de 1922
Se publicó el Reglamento de Bomberos, creándose las Compañías Olmedo Nº 7 y El Comercio Nº 8. Los Bomberos de la época gozaban de una franquicia postal y pasajes para trasladarse en los ferrocarriles del Estado. El Ministro de Instrucción Pública y Beneficencia, no pudo sostener al Cuerpo de Bomberos y encargó al Municipio de Quito el servicio contra incendios.
La administración del Doctor Isidro Ayora, decretó en 1928, una Ley Especial del Servicio Contra Incendios.
noviembre de 1936
31 de diciembre de 1943
marzo de 1944
Al enterarse por la prensa de que el Ministerio de Previsión Social necesitaba un instructor del Ejército o del Cuerpo de Carabineros de Quito en servicio pasivo, el entonces Subteniente Ángel Jarrín Infante (oficial retirado de la Policía Nacional), acudió a una entrevista con el Ministro de ese entonces, quien, a los 2 días lo llamó para encargarle la creación del Cuerpo de Bomberos de Quito.
En el Ministerio existía un Departamento de Cuerpo de Bomberos de la República, encargado de las actividades y novedades de los Bomberos de las demás provincias, en especial de la Costa, pues en la Sierra no había Cuerpo de Bomberos.
31 de diciembre de 1943
A pedido del Ministro, Ángel Jarrín convocó a concurso a aspirantes que tuvieran entre 18 a 20 años a fin de ser escogidos para formar el Cuerpo de Bomberos de Quito. Al llamado acudieron 70 aspirantes, quienes debían tener las siguientes características:
buen estado físico,
estatura mínima 1.55 y, en especial,
certificados de honradez y honorabilidad.
31 de diciembre de 1943
El personal elegido debía acudir a la Escuela Central Técnico, ubicada en el barrio de San Roque. Se escogió esta institución porque poseía buenas canchas e instalaciones para dar la instrucción de tipo pre militar y disciplinaria. El Subteniente Jarrín tuvo buenos instructores en la Escuela Militar de Carabineros de Chile donde se instruyó, es así que se preparó para compartir su experiencia. Las autoridades de la Escuela Central Técnico, proporcionaron la piscina, aparatos e implementos de educación física, lo que facilitó preparar a los aspirantes para que fueran Bomberos de primera.
Las pruebas que debían rendir eran ejercicios en caballetes, argollas, cabos, ascenso y caída controlada en arbustos y árboles. La instrucción formal de los aspirantes se dio desde enero hasta marzo de 1944. Finalmente fueron seleccionados 35 jóvenes.
31 de diciembre de 1943
El Subteniente Ángel Jarrín, buscó un sitio especial para ubicar la Compañía de Bomberos, y lo consiguió en las calles Rocafuerte e Imbabura. En aquel entonces un ciudadano de apellido Viteri, le arrendó un local que tenía como fin la venta de mercadería.
Posteriormente esa compañía paso a denominarse Pichincha Número 1. Otro aporte importante se dió por parte del dueño de una panadería, ubicada al frente de la Compañía de Bomberos, quién obsequió un camión que fue preparado y pintado de rojo para atender las emergencias de aquella época. Ya se tenía el local y el personal pero faltaban los implementos necesarios para los aspirantes como camas, frazadas y el presupuesto económico para pagar el local.
Fundada la Compañía, había que esperar el respectivo Decreto Ejecutivo de creación del Cuerpo de Bomberos de Quito. Pero en esos días se decía que el Dr. Carlos Arroyo del Río no iba a terminar el Gobierno y que estaba próximo a ser presidente el Dr. José María Velasco Ibarra.
marzo de 1944
La segunda Compañía de Bomberos se ubicó cerca de El Ejido y la tercera se formó en el barrio La Loma, en Santo Domingo. El terreno de la actual Comandancia General se consiguió luego de que en una ocasión Ángel Jarrín y el Coronel Reinberg fueron al norte de Quito, donde llegaron y visualizaron unos potreros de gran extensión, lejos del centro de la ciudad. Hablaron con el dueño y consiguieron comprar los terrenos a bajo precio.

No hubo grandes incendios en ese entonces, pero las condiciones del Cuerpo de Bomberos de Quito iban mejorando poco a poco. A más del camión pintado de rojo al que se adaptó una campana que servía como alarma, en 1945 se contó con una primera autobomba. Se instaló la primera sirena de alta potencia en el colegio la Salle en San Blas y era través de ella, que se informaba a los Bomberos cuando había un incendio en la ciudad.
En cuanto a los aspirantes, los primeros meses de instrucción fueron tristes, pues no contaban con un sueldo económico ni vestimenta. El Subteniente Jarrín les solicitó que se presentaran con pantalón caqui, zapatos amarillos y camisa blanca. Cierto día de instrucción, llevó al personal a bañarse en las piscinas del Sena en el sur de Quito. De allí los condujo hasta luna fábrica textil del sector de propiedad de Gonzalo Artigas, quien al ver al grupo preguntó quiénes eran, Ángel Jarrín le respondió que era el personal que iba a formar el primer Cuerpo de Bomberos de Quito. La pregunta fue ¿Cómo, no tienen uniformes?, por lo que se sorprendió. No señor, porque no hay dinero, fue la respuesta de Jarrín.
Entonces el señor Artigas donó 70 piezas de tela. Un sastre de apellido Carrillo trabajó los uniformes para el personal del Cuerpo de Carabineros de Quito, fue quien entonces confeccionó 40 ternos para los primeros Bomberos de Quito: pantalón, camisa y cristina tipo militar de color caqui. El uniforme tenía un distintivo adicional, el primer sello bordado del Cuerpo de Bomberos con las insignias que hasta ahora se mantienen, un círculo, una escalera y un hacha, elaborado por una monja del Colegio El Buen Pastor.
Formado el Cuerpo de Bomberos y la Banda de Guerra, el Coronel Reinberg, realizó un desfile de presentación ante el Presidente Dr. Velasco Ibarra. Esa fue la primera aparición oficial de Cuerpo de Bomberos de Quito en la ciudad. Desde entonces se contó con el correspondiente presupuesto económico.
El Coronel Reinberg y los demás oficiales también mandaron a elaborar el uniforme caqui, que los distinguiría como Bomberos de Quito. Estos uniformes se usaron hasta el mes de mayo, y en julio de 1944 se empezó a usar las casacas rojas.